Arquitecto: FOAA (Felipe Ortiz) Ubicación: El Quisco 3198, Comuna de Las Condes, Santiago, Chile Constructor: FOAA Calculista : Manuel Morales Superficie Original: 140 m2 Superficie Nueva: 50 m2 Año proyecto: 2010 Año construcción: 20010-2011 Materiales: Raulí y Coigüe de demolición, Pino insigne Fotografía: Cortesía Felipe Ortiz
El proyecto de la Casa Raul-i consistió en la remodelación y ampliación de una construcción de mediados de la decada del 60 ubicada en la ladera sur del Cerro San Luis.
Junto con la tranquilidad que caracteriza este cerro (en contraste con la actividad comercial y financiera de El Bosque), destaca la gran cantidad de tipologías y curiosos estilos que van desde futuristas a clones de Frank Lloyd Wright. Como resultado cada casa da para pararse a mirar por un par de minutos en una caminata por las calles.
La casa intervenida es una construcción de madera (estructura de Ulmo y raulí; revestimiento de alerce) con techo a dos aguas y con una doble altura en el espacio central.
El estado general de la casa requería de una intrevención completa que incluiría eléctricidad, gasfitería, remplazo de cubiertas, raspado de maderas pintadas y remplazo de estructuras podridas. El objetivo principal fue rescatar la madera (mediante el pulido) con la idea de develar la escencia de la casa original.
El programa nuevo que se requería era un dormitorio con un baño. En la primera propuesta que se hizo (que se mantuvo como definitiva hasta iniciadas las obras de demolición de tabiques) se consideraba esta ampliación en el deslinde oriente del segundo nivel. Sin embargo al comenzar las obras y explorar un poco mas las circulaciones y usos de la casa, nos dimos cuenta que todo el jardín superior tracero junto con la amplia cubierta de la casa quedaban en una dimención casi desconocida. Asi que decidimos cambiar el proyecto 360ª y decidimos crear la nueva ampliación en el 3er piso, lo que permitió apropiarse de ese patio tracero por un lado, activando un nuevo circuito de circulacion, y al mismo tiempo crear un nuevo horizonte visual hacia la ciudad desde este nuevo nivel.
La dificultad de compatibilizar la construcción con cubierta a dos aguas con el nuevo volumen sobre esta se resolvió retranqueando unos metros la ampliación con la idea que desde cualquier vista se pudieran entender como dos construcciones en distintos planos de profundidad.
Si bien en un principio se pensó en buscar un revestimiento de otro material, para diferenciarse del existente en la casa original (alerce), se decidió finalmente por la madera (coigue de demolición) con la idea de mantener una misma atmosfera mediante variaciones sutiles en los tonos.
Se usaron materiales de demolición, principalmente raulí, tanto en los pisos, ventanas y mas del 80% de la estructura nueva.